Dedos en garra o amartillado
Las desviaciones de los dedos segundo y tercero y cuarto pueden ser en el sentido longitudinal o lateral. Tendremos el dedo en forma de martillo, en forma de maza o en garra. Además de la deformación evidente, da dolor en la articulación como signo acompañante, además se desarrollan callosidades en la piel sobre la articulación interfalángica y en el extremo del dedo por el rozamiento sobre el calzado.
Causas
Congénitas, mecánicas ( la presión del calzado), enfermedades neuromusculares, enfermedades reumáticas y secundarias al juanete debido a la presión que el primer dedo ejerce sobre los otros dedos.
Tratamiento
1.- Conservador
En fase inicial y reductible puede usarse ortesis de silicona o discos protectores sobre las articulaciones interfalángicas y plantilla con barra metatarsiana. Calzado, ortopédico o no, pero holgado y bien adaptado.
2.- Quirúrgico
Mediante la técnica de cirugía percutánea, de forma ambulatoria y bajo anestesia local de los dedos se practica una incisión de 2 milímetros al lado del primero y segundo segmentos de los tres que tiene el dedo. Se separan y protegen los nervios y vasos, así como los tendones y se practica una osteotomía en el hueso esponjoso con la cuña abierta hacia arriba (en forma de V), de tal manera que a cerrarla, se corrige la angulación, objetivo buscado para corregir el dedo deformado que está en flexión. Para las desviaciones laterales: la cuña será abierta hacia el lateral en lugar de hacia arriba, a fin de conseguir la corrección de la desviación lateral. En algunos casos, en los que existe también acortamiento del tendón flexor o del extensor, hay que añadir una incisión plantar o dorsal de 2 mm para alargar dicho tendón. El postoperatorio es de tres semanas con un pequeño vendaje que el paciente aprende a cambiarse para su higiene personal y que es el que mantiene la nueva posición del dedo.